Una perla en mi cuerpo es una colección de objetos, dibujos y pinturas inspirados en las piedras Bezoares. Los bezoares son gemas que fueron altamente valoradas en las cortes europeas por sus atributos como antídotos contra el veneno, y se coleccionan al día de hoy por hasta diez veces su peso en oro. Se forman en los tractos digestivos de los animales, incluyendo los humanos, que reaccionan a la aparición de un material extaño indigerible e inexpulsable, que frecuentemente es cabello. El material es recubierto por una capa de fosfato de calcio en un proceso similar al de la formación de las perlas en las ostras. Al producir bezoares, el cuerpo humano opera como una mina de piedras preciosas. Para crear bezoares artificiales, sumergí mi propio cabello en fluidos digestivos simulados que se utilizan en la industria de las vitaminas y los alimentos procesados para probar la digestibilidad de los productos. Estos fluidos están constituidos por las mismas sales que se usan como conservantes, levaduras sintéticas, anticongelantes, etc.